La causa de la #hemiparesia en algunos de nuestros #hemihéroes es el CITOMEGALOVIRUS, por lo que hoy dedicamos el post a este virus que es mucho más común de lo que creemos y respecto al que hay mucho margen de mejora mediante políticas adecuadas de prevención e información. Agradecemos a una de las madres de nuestra asociación, Nuria Montero, este excelente resumen (en breve contaremos también con su historia en este blog).
Información básica sobre el CMV o citomegalovirus
El citomegalovirus o CMV es un virus común que generalmente es inofensivo para las personas con un sistema inmunológico saludable, sin embargo, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el CMV es la infección viral congénita más común (es decir, desde el nacimiento): 1 de cada 150 niños nace con CMV congénito.
Nacen más niños con discapacidades debido a CMV congénito que por otras causas más conocidas tales como el Síndrome de Down, el síndrome de alcoholismo fetal, espina bífida, y VIH / SIDA pediátrico.
La mayoría de las personas no se dan cuenta que han sido infectadas por CMV ya que no presentan síntomas obvios. Los síntomas de la infección por CMV pueden ser similares a los de la mononucleosis.
Debido a que las infecciones en las personas sanas son comunes y generalmente asintomáticas, los esfuerzos para prevenir la transmisión entre los niños y los adultos no son necesarios con la excepción de las mujeres embarazadas.
CMV Congénito
Se denomina infección congénita aquella que se produce en el feto durante el embarazo. El CMV es un virus que puede transmitirse al feto de una madre embarazada que tenga una infección por CMV primaria o recurrente. El CMV puede causar enfermedades graves en los bebés infectados por el CMV antes del nacimiento (conocido como CMV congénito).
Los niños nacidos con infección congénita por CMV pueden desarrollar secuelas permanentes y discapacidad, tales como sordera, ceguera, parálisis cerebral, discapacidad física y mental, convulsiones y muerte.
Prevención
CMV representa un riesgo importante para las mujeres embarazadas, especialmente las madres, trabajadoras de guarderías, maestras de preescolar, terapeutas y enfermeras. El CMV está presente en la saliva, orina, lágrimas, sangre, moco y otros líquidos corporales. Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón es importante después del contacto con pañales o secreciones orales de los bebés y niños pequeños para prevenir la infección.
En la actualidad no hay vacuna para prevenir el CMV congénito.
Tratamientos
El tratamiento con globulina hiperinmune (IVIG) de CMV puede reducir el riesgo de infección congénita y la enfermedad cuando se administra a mujeres embarazadas que experimentan una infección primaria por CMV.
El Ganciclovir y Valganciclovir son los tratamientos antivirales que pueden ser beneficiosos para un recién nacido con CMV congénito sintomático. El Ganciclovir y Valganciclovir pueden prevenir la pérdida de la audición y mejorar el crecimiento de la cabeza y el cerebro.
Pronóstico
Los bebés nacidos con infección congénita por CMV tienen un pronóstico muy diverso y es difícil de predecir con certeza el futuro del niño. No todas las complicaciones tienen que presentarse pero es conveniente conocerlas para estar alerta y detectarlas precozmente.
ASINTOMÁTICOS
Los bebés con infección congénita por CMV asintomática o silenciosa no muestran ningún síntoma aparente al nacer, representan a la mayoría (alrededor del 90%) y se puede esperar de ellos que tengan una vida normal y saludable, con un crecimiento y desarrollo normales.
Aproximadamente el 10 - 15% de los niños con infección congénita por CMV asintomática presentan pérdida de audición. La pérdida de audición puede producirse incluso si pasan el screening auditivo neonatal. El patrón de la pérdida auditiva en estos niños por lo general implica un oído al principio que invariablemente progresa a una pérdida auditiva severa o profunda.
En el 1 - 2% de los niños nacidos con infección congénita por CMV asintomática puede haber pequeñas pérdidas de causadas generalmente por pequeñas cicatrices o capas de pigmento anormales en la retina.
SINTOMÁTICOS
Los bebés nacidos con infección congénita por CMV y que presentan síntomas al nacer se denominan "sintomáticos" y representan alrededor del 10% de los niños afectados por la infección congénita por CMV.
Alrededor del 75% de estos niños presentan signos de afectación cerebral y experimentarán retos importantes a medida que crezcan, sin embargo, alrededor del 25% al nacer no tendrá ningún compromiso cerebral o será de menor importancia y tendrán un crecimiento y desarrollo normales.
Problemas de aprendizaje: El resultado a largo plazo para la audición, visión, inteligencia, capacidad de aprendizaje, y función motora de los niños nacidos con infección congénita sintomática por CMV es variable, y depende de la extensión de los daños cerebrales presentes al nacer.
Un niño nacido con microcefalia y calcificaciones cerebrales moderadas a severas es muy probable que tengan necesidades especiales. Basándose en sus capacidades podrá aprender de acuerdo a su propio ritmo aunque sea más lento y tarde más en alcanzar los diferentes hitos del desarrollo.
Un niño con infección sintomática por CMV con una cabeza de tamaño normal al nacer y pocos daños cerebrales es muy probable que tenga una capacidad normal o casi normal para aprender. Por lo tanto, la ayuda del psicopedagogo y demás terapeutas ayudarán al niño a alcanzar todo su potencial completo y guiarán a los padres para proporcionarle un entorno de aprendizaje adecuado.
Problemas de audición: Los problemas de audición se producen hasta en un 75% de los niños con infección congénita sintomática por CMV. Alrededor del 67% de ellos tienen alguna pérdida auditiva al nacer, y algunos de ellos son detectados más tardíamente. En casi todos estos niños, la pérdida de la audición se acentuará a lo largo de sus vidas. A veces la progresión de la pérdida de audición es rápida (en tan solo unos pocos meses o años), y a veces se produce más adelante durante la adolescencia y juventud.
Por lo tanto, deben realizarse evaluaciones audiológicas periódicas a lo largo de su vida para detectar la pérdida auditiva y su progresión. Por lo general, la logopedia es un apoyo imprescindible para el correcto desarrollo del niño así como el uso de audífonos, o si la pérdida auditiva es profunda, el uso de implante/s coclear/es.
Problemas de visión: Los problemas de visión ocurren en el 10 al 20% de los niños con infección congénita sintomática por CMV. Los tipos de anomalías en la visión son diversos e incluyen cicatrices en la retina, problemas de los músculos oculares y déficit visual de origen cortical (el cerebro no sabe cómo traducir las señales enviadas por los ojos). La reactivación tardía de retinitis por CMV puede causar ceguera permanente y puede presentarse durante la adolescencia temprana y tardía en el 1 a 2% de los niños con infección congénita sintomática por CMV.
Por lo tanto es imprescindible visitas periódicas al oftalmólogo y estar alerta permanentemente acerca de estos posibles problemas con el fin de garantizar que la visión del niño esté en las mejores condiciones posibles.
Parálisis cerebral / tono muscular / motricidad: Frecuentemente se presentan problemas de tono muscular aumentado o disminuido (hipertonía o hipotonía muscular) en niños con daños cerebrales. Con la ayuda de los especialistas adecuados y ayudas técnicas para movilidad (sillas, andadores…) estos retos pueden ser abordados.
Problemas de peso / problemas de alimentación: Los bebés con infección congénita sintomática por CMV pueden ser pequeños al nacer pero por lo general, con la nutrición adecuada, recuperarán rápidamente el retraso en el crecimiento. Sin embargo, algunos niños tienen dificultades de alimentación, reflujo, aversión a la comida o determinadas texturas u otras cuestiones que deben abordarse. A menudo los problemas de alimentación y la desnutrición se presentan en el segundo o tercer año de vida en los niños con discapacidad grave pero un botón gástrico (gastrostomía) a menudo resuelve el problema y permite al niño disfrutar de un buen crecimiento y una buena nutrición.
Problemas de hígado y/o bazo: El color de la piel amarillento las lesiones rojas en la piel y agrandamiento del hígado y el bazo se remiten con el tiempo, generalmente en pocas semanas o meses y rara vez causa problemas permanentes. Si no se solucionan, es necesario evaluar otras causas además del CMV.
Convulsiones / hidrocefalia: Algunos bebés y niños con daños cerebrales pueden sufrir crisis convulsivas (ataques epilépticos) e hidrocefalia. Deben ser evaluados y tratados por un neurólogo pediátrico.
Fuente: Acción Social frente al Citomegalovirus congénito. http://www.stopcitomegalovirus.org
MÁS INFORMACIÓN PARA FAMILIAS EN: https://familiascmv.org/
Comentarios